La verdad, me siento orgullosa de ella... diréis "es tu amiga, normal que la quieras", pero no sé, llevamos tantos años juntas (con nuestros más y nuestros menos, obviamente) que de ser mi amiga, ha pasado a ser casi como mi hermana. Es decir, no somos las mejores amigas ni nos vemos semana si semana también, para nada, si intentas describirnos así, ya estás borrando tu idea, nuestra relación no es perfecta y sí, a veces discutimos, pero a lo que yo me refiero es a algo más profundo, que no se ve en todas esas cosas, algo que solo se consigue después de años, a veces duros, a veces menos, pero al fin y al cabo, años, años en los que aprendes muchas cosas y también te decepcionan otras tantas. Años en los que aprendes con solo una mirada a comprender lo que ella quiere decirte, lo que siente. Años en los que te acostumbras a su mala leche, a que te de su opinión la quieras o no, la utilices o no, a que a veces se enfade por que haces tonterías, pero que a pesar de ello sabes que nunca te va a fallar, que si la necesitas ahí va a estar. Años. Muchos años. Toda una vida, y ¿Sabes? Nunca me voy a cansar de ella, ni de sus manías.
Te quiero, pequeña.
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