Verás, llega un punto en tu vida en el que te das cuenta de que todo se basa en los recuerdos. Echas la vista atrás y te ves escondido detrás de un matorral esperando el momento idóneo para salir y salvar a tus amigos de la carcel, para dar el "por mi y por todos mis compañeros" y es entonces cuando caes en la cuenta de que en eso se ha basado siempre todo, en que desde pequeño te han enseñado que puedes ser cazado, pero siempre están esas personas que intentarán salvarte.
Sigues recordando y pasas la vista por todos esos cumpleaños, por todas esas veces en las que tus amigos te cantaron, por todos los que celebraron tus años de cambios, por los que estuvieron en los mejores y los que se quedaron ante los peores. Llegado este punto, te das cuenta de que muchos de ellos, ya no están, y esa frase, que alguien te dijo algún día, para bien o para mal, sigue en tu cabeza. Las cosas cambian, las personas se alejan.
Las cosas cambian, las personas se alejan, pero los hechos permanecen.
No sé si el tiempo todo lo cura, pero estoy segura de que no hay remedio para nuestra enfermedad. Te vas a quedar muy sola, cariño, pero de eso, ya te darás tú cuenta, a lo mejor, cuando dejes de darle prioridades a lo que hay debajo del pantalón, un poco más arriba de la rodilla.
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