Thursday, January 3, 2013

La vida es del color que tú quieras soñar...



Sueños pequeños, sueños grandes. Dime tú si hay algo mejor, que sea más interesante y que quepa en esta canción.


Creo que cada año soy un poco más ñoña.

La verdad es que la entrada del 2013 no ha sido como me hubiera imaginado, ni siquiera se le parece... esta ha sido una semana de altibajos. Realmente el camino que he decidido recorrer está lleno de piedras y ¡Joder! A veces los retos son demasiado difíciles. Con lo fácil que parece todo en las películas...

Me gustaría vivir en una de esas películas antiguas, de esas en blanco y negro... donde la chica tiene todo lo que quiere, se viste con preciosos vestidos de gala y vive amores efímeros, con besos inolvidables.

En esas películas, las palabras no hacen daño y los celos son algo que solo los 'malos' experimentan, y qué diablos... ellos se lo merecen.
La confianza se construye en segundos, así, sin más, sin motivos... sólo con palabras bonitas acompañadas de sonrisas alentadoras...
Los errores pasan desapercibidos y los rencores, parece como si simplemente. Puff. Desaparecen.

Sí, yo también crecí con esas películas de disney que hacían que las expectativas, en cuanto a lo que el amor se refiere, creciera. Pero creo que he crecido y he desarrollado la capacidad de enfrentarme a esos pequeños baches que ellos han ido omitiendo... y sí, también sé que los príncipes azules no existen y la persona a la que quiero no va a aparecer por la puerta de mi casa vestido con unos leotardos y a lomos de un caballo blanco... pero, dime... qué más puedo pedir cuando le veo aparecer por la puerta de mi casa con sus vaqueros desgastados y con poco más que ofrecer que aquello que late bajo su pecho izquierdo.

Dime... qué más puedo pedir que despertarme al lado de esa sonrisa que un día me robó el corazón.