La mayoría de la gente, piensa que la felicidad se mide en la cantidad de horas que aguantas de fiesta, en tener un novio perfecto o simplemente en "a ver quién se pilla a más cachondos", intentar ser lo más "guay", lo más perfecto que se pueda para quedar bien delante de la gente... y así, podría pasarme el día ennumerando muchísimas cosas más.
Pero, ¿qué pasa? Que llega cierto momento en tu vida en que te das cuenta, de que todas esas cosas por las que el mundo parece estar luchando, son una tontería y que el verdadero motivo que buscabas para ser feliz lo has tenido todo este tiempo delante de tus narices y nunca supiste valorarlo. Solo cuando ves, que por tu forma de actuar has estado a punto de perder a esas personas que siempre han estado ahí, cuando le ves los dientes al lobo, te das cuenta, de que es a esas, a quienes de verdad les importas, son las únicas que deberían importarte a ti.
Gracias, no hay más.
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