Seguir con el camino que teníamos marcado. Seguir adelante, a pesar de todas esas piedras que puedas encontrarte mientras lo haces. Seguir con tu opinión, con tu forma de ver el mundo, con tus defectos y con todas tus virtudes, seguir con eso que siempre pensaste, con lo que deseaste, caminar hacia delante. Seguir con esos sueños que tuviste de pequeño, el de tener un castillo gigante y también con el de llegar a la Luna. Seguir con tu pasado, con tu presente y preparado para todo lo que te queda por vivir, porque hay un montón te historias que aún no te han contado e incontables lugares que aún no has visitado, canciones que nadie te ha enseñado e inclúso que no se han escrito aún. Seguir pensando que tienes que ser el primero y que "por mi y por todos mis compañeros...", salvándolos a todos, sigue también con ellos.
Sabemos que ya no somos niños, que no podemos agacharnos, hacernos una bola y ser invisibles, que no podríamos pasar toda la tarde con un juguete y que la mágia, a veces, no es tan mágica, pero eso, no significa que a lo largo de nuestro camino, no debamos hacer locuras, reirnos por tonterías y sobre todo, pensar que los problemas, a veces, tienen soluciones absurdas, no complicadas.
Sí, debemos madurar y todos tenemos en nuestra cabeza esa frase tan repetida de: "ya no somos crios". Pero, al fin y al cabo, las cosas, no han cambiado tanto despues de todos estos años. En definitiva, la escusa de "todo ha cambiado" no nos sirve.
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