Pondremos tierra de por medio

 Necesito unos cascos nuevos. Es imposible concentrarse así, pero no estoy preocupada. Me preocuparía si la música dejara de sonar y tuviera que volver a los ruidos de la realidad y a pensar con claridad. Quiero un día sin mañana. Quiero un día sin miradas que juzguen cada movimiento de cualquier músculo de tu cuerpo. Sí. Alejarme. Irme muy lejos. Lejos de todo. Pero, ¿cuántos kilómetros hace falta poner por medio para olvidar?

Un coche blanco. Un coche amarillo. Un coche blanco. Un coche gris. Un coche blanco. Un coche negro. Uno, que viene de doblete. Que parece no recordar cuál es el suyo. A mí me gustaría que cualquiera de ellos fuera el mío. Coger el montante e irme a otra parte. Conocer gente nueva. Compartir cafés. Hacer de trapecista sin red. Pasear por algún prado, verde. Correr detrás de un gran amor y darte cuanta que quizás no es tan grande.

Se ha subido en el coche. Se ha ido. Quién sabe qué irá a hacer y porqué se pensó tanto si irse. Quizás se le olvidó despedirse de alguien o a lo mejor, no quería hacerlo. Puede que le buscaran y se sintiera culpable. A lo mejor estaba esperando, si alguien le venía a buscar y le impedía irse.