Sunday, October 17, 2010

No me quieres ver ni en broma, en broma te digo; quiéreme.

No sé si lo recuerdo o me lo contaron pero cuando era chiquita mi mamá me decía "dame la mano para cruzar la calle", y yo le decía "no, no te la doy, te la presto", porque dar la mano me sonaba a darla, sacármela y darla, pero ¿Dar una mano no es un poco eso?. Dar una mano a alguien es mucho más que hacer un favor. No es dedicar unos minutos que te sobran o prestar una camiseta que no usas, es dar una parte tuya, es darte tú. Dar la mano es aferrarte y aferrar al otro. Cuando el mundo se vuelve un abismo y todo se cae tus manos no se aferran a algo, se aferran a alguien, alguien que no te deja caer. Cuando diste tu mano ya no hay forma de soltarla, ya no es tuya, está unida a la del otro, las dos manos son una. 
Las manos nos unen, nos suman, cuando damos la mano dejamos de ser yo para ser nosotros.

No comments:

Post a Comment