Con el tiempo todo cansa y llegarás a aborrecer lo que antes te encantaba. Aprenderás, que sin esfuerzo y sacrificio no se llega a ningún lado, que no eres nadie para la mayor parte de la gente que te rodea y que inclúso las mejores personas te harán daño... así como aprenderás a perdonarlas. Te caerás y te levantarás, afrontando tus derrotas como experiencias. Te darás cuenta de que lo que importa no es lo que tienes en la vida, sino a quién tienes y que los amigos de verdad serán los que estén ahí cuando ni tú mismo sepas que los necesitas, y que a lo mejor la persona que esperas que se ría de ti cuando caes, es la única que te tiende su mano para que te levantes... Aprenderás a dar el brazo a torcer ante determinadas situaciones, porque ser flexible no significa ser débil y si no controlas tus actos, ellos terminarán por controlarte a ti. Que madurar no tiene solo que ver con los años vividos... y que por que una persona no te ame como tú quieres que te ame, no quiere decir que no lo haga todo lo que pueda... tendrás que aprender a darte cuenta de que el tiempo no es algo que puedas controlar... así que más vale cultivar tu propio jardín que esperar a que aparezca alguien que te traiga flores... que esperar a que las cosas pasen en lugar de buscarlas es de cobardes.
Entonces, y sólo entonces, sabrás realmente lo que puedes soportar, que eres fuerte y que podrás ir mucho más lejos aún cuando creías que no se podía más.
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